Manuel Román
Transcurría el año 1977 cuando dos bellas y elegantes españolas, Mayte Mateos, riojana y la madrileña María Mendiola,
que de bailarinas profesionales pasaron a cantar, triunfaban en toda
Europa con una pieza de música-disco, tremendamente pegadiza y sensual,
grabada en unos estudios alemanes dentro de un estilo etiquetado como
"sonido Munich". La melodía en cuestión era "Yes Sir, I can boogie",
que fue número 1 en las listas de diversos países, singularmente en
Gran Bretaña donde, hasta entonces, ningún compatriota nuestro había
alcanzado semejante hazaña.Sólo años más tarde lo conseguiría Julio Iglesias. Del disco se venderían quince millones de copias. Las dos beldades se hacían anunciar Baccara. Nombre que extrañó mucho, aunque luego se supo el significado: el de una rosa de tallo largo. Fue idea de los directivos de la RCA germana, uno de los cuales había descubierto casualmente a ambas, encontrándose de vacaciones en Fuerteventura. Acudió a una sala de fiestas y quedó fascinado por ellas, quienes por aquellas calendas se hacían llamar Venus y cantaban y bailaban con un repertorio adaptado para los turistas que visitaban esa isla canaria. Tenían mucho bagaje en la danza desde que pertenecieron a los "ballets" de Antonio y de María Rosa. El "cazatalentos" las invitó con gastos pagados a viajar a Hamburgo y allí firmaron el contrato que las ligarían profesionalmente a la compañía durante un par de años, periodo durante el que grabaron una veintena de discos sencillos, agrupados asimismo en cuatro álbumes. Todos los números allí contenidos, en general, respondían a esa línea de canciones bailables, con repetitivo ritmo, excelente orquestación y unas atractivas voces que, si no eran deslumbrantes, resultaban agradables. Ellas, Mayte y María, sí que atraían más por su físico espectacular. Para no ser confundidas, una iba de negro (la primera de las citadas) y la otra de impoluto blanco. Con modelos de firma, desde luego.
Todo funcionó a la perfección durante el tiempo que duró el contrato. Pero tarifaron a los dos años y cada una se fue por su lado. Mayte conservó el nombre del dúo y lo mantuvo varios años en unión de de Paloma Blanco, en tanto María, junto a su amiga Marisa Pérez, funcionaron con el apelativo de New Baccara. Entre tanto, Mayte se casó con un abogado español y María lo hizo con Jimmy, a quien llamaban "El Indonesio" por su nacionalidad asiática, con quien tuvo un hijo en 1973.
Han pasado ya más de tres décadas cuando hemos vuelto a saber de Baccara. El pasado martes éramos convocados para la presentación de un atractivo doble CD con todas las grabaciones del dúo entre finales de 1977 y 1980. Reunidos treinta y seis temas, entre los que sobresalen el ya mencionado número 1, y "Sorry, I´m a lady", "Parlez-vous français?", "The devil sent you to Laredo"… más sus versiones de "Granada" y "Adelita", entre otros títulos. Sus voces nos siguen pareciendo sugerentes y en términos generales esas canciones han resistido bien el tiempo y pueden volver a escucharse con deleite. Y bailarlas, por supuesto.